Saturday, April 11, 2009

Soledad Abril, 21 años, estudiante

Pues sí, reconozco que estoy más sola que la una pero no me importa y eso que estamos en plena primavera y huele a naturaleza por todos lados porque yo tengo un olfato invencible y no hay quien me desarraiga de la naríz ese olor de azahar en las calles del barrio a las 7 de la tarde. Además del olfato, me cuido mucho del oído, me pongo una música exquisita que entra del Este y sale al Oeste o viceversa, y del paladar también me cuido todo lo que pueda, porque solo me meto en la boca productos frescos y de la época, nada de comida preparada y rápida, y en cuanto al cuerpo también me lo cuído como si de niño se tratara, es decir me lo lavo todos los días con agua y jabón de jazmín y me lo acaricio con movimientos suaves procurando no hacerle daño a miedo de que se me rompa. El tacto es algo dificil de cuidar porque toco tantas cosas y apenas me doy cuenta de que sirve para sentir las cosas que toco y mira que insisto en concentrarme en ellas y sus detalles pero se me escapan. Y la vista, ¡ay! la vista que bien me la cuido... A la vista le ofrezco sólo las imagenes agradables y a la vez potentes, pero nada de violencia y agresividad, fíjate, ya he dejado de ir a las exposiciones de arte por miedo a que se me dañen los ojos y yo a los ojos los quiero un monton, sobre todo a los ojos claros, sean verdes de oliva o azul de cielo, me da igual, cuando más claros mejor. Y en cuanto al coño, también me lo cuido mucho porque no le dejo mal atendido nunca, todo lo contrario, tengo mucho cuidado con lo que permito que lo penetre, no le meto cada cosa que encuentro por ahí, solo que a veces me distraigo y puede que haya algun que otro maltrato pero casi siempre es para bien, ya ves, es la manera ideal para darme cuenta de lo debiles que son los hombres en relación con nosotras, las mujeres y de ser así me siento orgullosa, viva, contenta, fuerte, llena y alerta.

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