El tiempo,
porque tú no estás,
porque tú no estás,
se ha puesto triste
y con triste
no quiero decir que el cielo
se haya pintado de color gris
o que las gotas de lluvia
se parezcan a lágrimas
porque esta sería una metáfora fácil
ya que las lágrimas
no siempre son de la tristeza
sino de la alegría también
y el color gris
no siempre se relaciona con el descontento
sino con la fusión del blanco y negro
que es cómo yo siento, hoy,
blanco por fuera
negro por dentro
y todo esto,aunque tú no lo creas,
afecta el tiempo
mientras tú no estás.
2 comments:
Hace un rato escribía a una amiga: "Lo más valioso es que ahora sé lo que vale el tiempo, que no se mide en días, años u horas, se mide en mi capacidad para vivir más o menos intensa. Siempre he querido volver, ahora además es un deseo posible, un deseo a punto de ser cumplido. No sé si reiré o lloraré al llegar, pero sueño con llegar." Y al leer tu poema en impecable castellano, he vuelto a pensar en estas cosas. ¡Ah, el tiempo!
Tal vez el tiempo se resume en eso: en un deseo a punto de ser cumplido. Y tú, gracias a ese deseo que tienes, parece que vives el tiempo en su más amplia definición posible. Llorar y reír a la vez es lo que te va a pasar en cuanto vuelvas. Y no podría ser de otra manera: la felicidad se mide en lágrimas que no siempre son de la tristeza sino de la alegría también...
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